jueves, marzo 31, 2011

s.f.

La herida es grande, y en el desierto él se siente una especie en peligro de extinción. Como todos. Oasis: el desierto entre la selva, no hay nada, o casi. Un lugar donde nadie sabe qué es el otoño pues nadie ha visto caer las hojas. Saben, sí, de primavera y de invierno, de verano por las ocasionales lluvias.

Cierra los ojos, le pide la chamana, transfigurada. Buitre ciego, canto del cactus. Sanguinas mágicas contra el olvido; después de aplicarlas hay que soltarlas sobre el amate: sus caminos sangrientos revelan historias demasiado crueles para ser dichas, desde las ciudades de los caciques hasta las tierras apaches.

miércoles, marzo 30, 2011

Pausa musical con Tim Minchin: Rock and Roll Nerd

Cuatro apuntes

1. Y ayer en San Luis Potosí hubo siete muertes más, incluida una niña de menos de dos años. Hubo un motín en la penitenciaria (no sé si esos lugares se pueden llamar centros de readaptación social, tal vez desgraciadamente sí, a la sociedad de hoy). Hablar de miedo y muerte es algo cotidiano y no se vale. Si esto no es un Estado fallido no sé qué es, pero no es lo que dice el presidente en el extranjero.

2. Cuando todos los bandos quieren demostrar su poderío ya no hay buenos ni malos, solo feos.

3. Al entrar a mi estudio, descálzate y lubrica tus alas.

4. La décima musa era Medusa, la del arte de la mirada petrificada ante la hoja en blanco.

lunes, marzo 28, 2011

otra muerte

Junto con otras seis personas, este domingo en Cuernavaca, Morelos, asesinaron al hijo del poeta Javier Sicilia, quien hace unos días estuvo en Filipinas, invitado por el embajador de México, el también poeta y amigo Tomás J. Calvillo.

Hemos dicho ya basta, hemos pedido no más sangre pero ellos siguen demostrando poderío y han dejado las puertas abiertas a más violencia, incluso la no organizada pero disfrazada con carteles de cárteles.

Por ahora, paz para el amigo y colega, indignación ante otra muerte absurda de una guerra ídem, compartir un abrazo y la poesía:


Vigilias

Javier Sicilia


A Manuel Ponce

Escuchar el rumor bajo la aurora
del día que se abre a la espesura,
mirar la madrugada aún oscura
adelgazarse lenta en cada ahora;

estar ahí sin tiempo y sin demora
contemplando el espacio en su mesura
y sentirse atrapado en la atadura
de su exacto equilibrio que enamora;

y ser entonces árbol, agua y tierra
y luz donde la noche ya vacía
delinea los contornos de la sierra,

lo sabe aquel que vela a cielo abierto
en espera de Dios y de su día,
lo sabe sólo quien está despierto.


Escritores raros





Hablar de raro en literatura, de autor raro u obra rara, no implica obligadamente descubrir genios, se refiere más bien a la investigación y difusión de la obra de escritores olvidados por diversas razones, quienes en diversas ocasiones contribuyen decisivamente a la contrucción de lo que puede llamarse la "atmósfera de una época".

Martes 29 de marzo
20:00 hrs.
Casa del Poeta Ramón López Velarde

tercera llamada...

Hay seres que hablan solos, solo a sí mismos, pero presienten que del otro lado de las paredes, visibles o no (los que escuchan y las paredes) hay alguien que los oye, que se destroza con su drama o se ríe de sus chistes para salir aunque sea unos minutos de las escenitas cotidianas. Hay locos que claman y declaman, y para quienes arriba es abajo y la izquierda es la derecha. Y se disfrazan como quisiera ese alguien ser, o al contrario, y no se conforman, como la mayoría, con sketches. Y la adrenalina de la tercera trompeta es el signo del cambio de vida, transfundida a fuerza de tonalidades. La voz y la mirada mutan para contarte mejor. Y hay quienes les dan voz a los que están arriba del escenario aunque al final solo unos cuantos recuerden su nombre. Hay otros seres que descorren el velo, que cambian el fondo y la forma, que apuntan los reflectores para enfatizar un gesto. Sinfonía multidisciplinaria, coro antiquísimo. Y ayer fue su día.

Bis.





AxRq

sábado, marzo 26, 2011

Edición crítica de Perseo Vencido (G. Owen)

El Colegio de San Luis recién publicó el Perseo vencido de Gilberto Owen, con un estudio y una excelente edición crítica del investigador Antonio Cajero Vázquez. en la que el lector puede ver "cómo trabajaba Gilberto Owen y, luego, cómo se construye la versión definitiva del poemario, a pesar de la manía oweniana de destruir, regalar o perder deliberadamente manuscritos de sus poemas y, más aún, de obras enteras..."

Booz canta su amor


Me he querido mentir que no te amo,
roja alegría incauta, sol sin freno
en la tarde que sólo tú detienes,
luz demorada sobre mi deshielo.
Por no apagar la brasa de tus labios
con un amor que darte no merezco,
por no echar sobre el alba de tus hombros
las horas que le restan a mi duelo.
Pero cómo negarte mis espigas
si las alzabas con tan puro gesto;
cómo temer tus años, si me dabas
toda mi juventud en mi deseo.

Quédate, amor adolescente, quédate.
Diez golondrinas saltan de tus dedos.
París cumple en tu rostro quince años.
Cómo brilla mi voz sobre tu pecho.
Óyela hablarte de la luna, óyela
cantando lánguida por los senderos:
sus palabras más nimias tienen forma,
no le avergüenza ya decir "te quiero".

Me has untado de fósforo los brazos:
no los tienen más fuertes los mancebos.
Flores palúdicas en los estanques.
de mis ojos. El trópico en mis huesos.
Cien lugares comunes, amor cándido,
amoroso y porfiado amor primero.
Vámonos por las rutas de tus venas
y de mis venas. Vámonos fingiendo
que es la primera vez que estoy viviéndote.
Por la carne también se llega al cielo.
Hay pájaros que sueñan que son pájaros
y se despiertan ángeles. Hay sueños
de los que dos fantasmas se despiertan
a la virginidad de nuestros cuerpos.
Vámonos como siempre: Dafnis, Cloe.
Tiéndete bajo el pino más erecto,
una brizna de yerba entre los dientes.
No te muevas. Así. Fuera del tiempo.

Si cerrara los ojos, despertándome,
me encontraría, como siempre, muerto.

viernes, marzo 25, 2011

Sombras nada más



"Según Plinio la pintura nació de un deseo: en su intento por preservar la imagen del amado que partía, una muchacha de Corinto se aplicó a delinear en la pared, a la luz de una vela, su sombra fugitiva. Creo que ese intento permea en casi todas las creaciones artísticas, Asir lo inasible, sujetar los cabellos de la poesía en un texto de Paz. En mi caso, las sombras han devenido en una poética particular que, sin proponérmelo, han ido emergiendo y revelándose en esa piel interior, alquímica, donde la realidad o la fantasía dejan su impronta, a veces morosa, otras urgente".

Ana Clavel, A la sombra de los deseos en flor,
ensayos sobre la fuerza metamórfica del deseo
(UACM, México, 2008)

sexo y género - Judith Butler

"Si el sexo no limita al género, entonces tal vez haya más géneros (maneras de interpretar culturalmente el cuerpo sexuado) que de ninguna manera estén restringidos por la dualidad aparente del sexo. Considérese otra consecuencia: que si el género es algo en que uno se convierte (pero que uno nunca puede ser), entonces el género es en sí una especie de transformación o actividad y ese género no debe concebirse como un sustantivo, una cosa sustancial o una marca cultural estática, sino más bien como algún tipo de acción incesante y repetida".

El género en disputa

viernes, marzo 18, 2011

If that there King was to wake… you’d go out— bang!

Porque solo somos una especie de cosa en los sueños de otro, Feliz Día Mundial del Sueño.
Compartimos el Decálogo del Buen Dormir:

1. Fijar una hora para dormir y despertar.
2. Si tienes el hábito de tomar una siesta, que no exceda los 45 minutos.
3. Evitar la ingesta de alcohol cuatro horas antes de acostarse, y no fumar.
4. Evitar la cafeína seis horas antes de dormir: café, té, refresco de cola y chocolate.
5. Nada de alimentos fuertes, picantes o azucarados cuatro horas antes de dormir. Un refrigerio ligero es aceptable.
6. Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de ir a la cama.
7. Usar ropa de cama cómoda.
8. Mantener la habitación para dormir bien ventilada.
9. Bloquear todos los ruidos, y eliminar tanta luz como sea posible.
10. Reservar la cama para dormir y tener sexo. No usarla como oficina, taller o sala de recreo.
No siempre en la noche, no siempre con los ojos cerrados. Sueños, nada nos cuestan. El tiempo invertido en ellos, sí, y más si es un sueño "matriushko", uno en otro, dentro, final inesperado, pesadilla domada. 

Franciscanamente, no pido ser soñado sino soñar.

jueves, marzo 17, 2011

J. Carmen García Vázquez (1931-2011)

Diputado de San Luis Potosí varias veces pero además, y sobre todo, catedrático universitario, literato, periodista y un gran humorista, este miércoles falleció el escritor José Carmen García Vázquez, más conocido como "el Lic. J. Carmen" o sencillamente J. Carmen.

Fue de los primeros legisladores locales por el Partido Acción Nacional, y al contrario de tanto yuppi, junior y nini de la actualidad, no aprovechó el puesto para reptar, como que era poeta y conocedor del arte en general. Formó parte del taller conocido como la Bohemia Potosina y publicó muchos artículos y textos literarios en diversos medios. Siempre estuvo en presentaciones de libros y lecturas, con sonrisa franca y alguna frase ingeniosa.

Según Plano Informativo, J. Carmen "nació el 16 de julio de 1931 en la ciudad de San Luis Potosí; estudió la primaria en la escuela del papelero del padre Ricardo B. Anaya; la secundaria y preparatoria en los planteles nocturnos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí; y la licenciatura en la Escuela de Derecho en la propia UASLP. Además, cursó diplomados en los tópicos de las relaciones humanas, la política y el derecho".


Apenas el año pasado le habían otorgado la presea Plan de San Luis al mérito ciudadano.
 
Yo lo conocí hace 28 años, el día que fui a ver si me habían admitido en la secundaria. Cuando salí de la casa a ver las listas él estaba dormido en la sala de la casa. Cuando regresé, estaban él y mi papá en sabrosa plática, sobre periodismo y literatura, y algo de política (era la temporada de la Feria Nacional Potosina, en ese tiempo J. Carmen era diputado y ambos estaban, creo, todavía en el diario Momento). Me sumé a la plática, que se prolongó hasta después de la comida. Le regalé una caricatura.
 
Días después, y de acuerdo con lo que platicamos, regresó a la casa con algunos ejemplares de Clásicos Ilustrados, sobre diferentes temas mitológicos de todo el mundo; Grecia, India, China. Nos contó que obtuvo la colección completa a cambio de una enciclopedia, y que en ese trato ambos participantes sintieron que habían defraudado al otro.
 
Luego nos reencontramos en la Bohemia Potosina, que se juntaba en el Museo Othoniano. Ahí estaban también Manuel Lara, Willebaldo Rangel, Andrea Saldaña y muchos más, compartiendo sus textos y poemas. Y después fueron saludos en plazas y actividades literarias, siempre con mucho gusto.
 
"Fue subdirector del Centro de Prevención y Readaptación Social de San Luis Potosí en la época del gobernador Antonio Rocha Cordero. Desempeñó diversos empleos en la iniciativa privada como gerente de relaciones industriales en la Embotelladora de Potosí; director del Instituto Mexicano de Comercio Exterior, en ambos impulsó mecanismos innovadores para las relaciones comerciales".

Un personaje y un gran amigo.

lunes, marzo 14, 2011

Antecedentes de Lolita

Vladimir Nabokov escribió "Un cuento de hadas" en 1926, lo publicó en alemán ese mismo año y fue reimpreso en 1930. Es la historia de un reprimido y su pacto con el diablo, y es, según el autor, un "relato un tanto artificioso, compuesto con cierto apresuramiento". Desde que lo hizo formar parte de un libro, dice, no lo releyó sino hasta que lo tradujo al inglés, y fue entonces cuando lo estremeció "una honda sorpresa al descubrir, en un cuento escrito hace casi medio siglo [para formar parte de Tyrants destroyed and other stories, 1975], a un Humbert, algo decrépito pero inequívoco, que escoltaba a su nínfula".

Este es el fragmento:
"Vio ante él a un hombre alto, entrado en años, con traje de noche, a cuyo lado caminaba una muchacha muy joven —una niña de catorce años, con vestido de fiesta negro, muy escotado—. Toda la ciudad conocía a ese hombre, por sus retratos. Era un poeta famoso, un cisne senil, que vivía, solo, en un lejano suburbio. Caminaba con una especie de hastiada elegancia; sus cabellos, cuyo color era el del algodón sucio, cubrían sus orejas, adomando desde el sombrero de felpa. Un botón, sobre el triángulo de su camisa almidonada, reflejó la luz de un farol, y su nariz, larga y huesuda, arrojó la sombra de una cuña sobre sus carnosos labios. En ese preciso instnte, la trémulada mirada de Erwin se detuvo en el rostro de la niña que acompañaba al poeta; había algo extraño en ese rostro, algo extraño en la mirada inquieta de sus ojos, excesivamente brillosos y, de no tratarse de una niña --sin duda, la nieta del anciano--- podía sospecharse el rouge en sus labios. Caminaba ella meneando sus caderas muy, muy levemente, con las piernas muy juntas, y le preguntaba algo a su acompañante, con voz cantarina; si bien nada ordenó Erwin mentalmente, pudo saber que su deseo sutil se había cumplido..."

domingo, marzo 13, 2011

Música dominical

No recuerdo dónde leí —y disculpen el apocalapsus memoriae— que nos encanta pensar en el fin del mundo porque no queremos irnos solos, como si por irnos en bola supiera menos amargo el trago. Miedito siempre va a haber, y con los maremotos, terremotos y peligro nuclear que este fin de semana ha sufrido Japón no es para menos. Y duele que sea en Japón, un país muy cercano por su cultura, sus intercambios, sus productos. De él sabemos más (y esto también lo leí, tampoco recuerdo dónde) que de otros de América o Europa.

Autodefensa de la tierra, dicen unos, y el hombre es la infección, añaden otros. Mientras leeemos y escribimos qué tal si oímos algo de música para tranquilizarnos. Puede ser a Mono Blanco o la canción de la Santita de Santa Sangre.:



Está bien, no son muy tranquilizadoras pero son muy disfrutables. Feliz domingo.

mitomanía

sábado, marzo 12, 2011

trazos

Un cuerpo como una isla - Hugo Gutiérrez Vega

Verte desnuda es 
recordar la tierra
Federico García Lorca 

Por las arduas colinas de tu cuerpo
van mis ojos desnudos contemplando
los tersos panoramas, precipicios
y el bosque primordial que mi deseo
exalta en la constante ceremonia
de mirarte, llamarte desde el fondo del ser,
de contemplarte como se ven los campos en otoño
o las vertiginosas catedrales erguidas en la niebla
y entrevistas en la región sin nombre de la aurora.
Eres como una isla, te rodeo
y me ajusto a tus formas.
Me impide hacerles modificaciones
El antiguo temor de hacerte daño.
Por eso me mantengo en tus orillas
y tierra adentro sólo van mis ojos.


Rita Guerrero - Azul casi morado (vive latino 2008)

viernes, marzo 11, 2011

autorregalo

"Siempre me han sido indiferentes los problemas sociales y me he limitado a utilizar el material que casualmente tenía a la mano, como un comensal voluble esboza una escena callejera en el mantel u ordena simétricamente una miga de pan y dos aceitunas entre el menú y el salero. Un resultado divertido de esta indiferencia ante la vida comunitaria y las intrusiones de la historia es que el grupo social introducido casualmente bajo el foco artístico adquiere un aire falsamente permanente... 
"Como todos saben (para emplear una famosa frase rusa) mis obras no sólo han recibido la bendición de una total carencia de significación social, sino que también son a prueba de mitos; los freudianos revolotean ávidamente en torno a ellas, se aproximan con oviductos ardientes, se detienen, huelen y retroceden. Por otra parte, un psicólogo serio puede distinguir a través de mis critográmas chispeantes un mundo de disolución anímica en el cual el pobre Smurov sólo existe en cuanto se refleja en el cerebro de los demás..."

Los anteriores son fragmentos del prólogo de El ojo, de Vladimir Nabokov, recién sumado a mi biblioteca, ese lugar del que tanto se discute su necesidad o no. Digamos, por decir, necedad: me gusta estar ahí. En fin, además de El ojo, están en fila india para ser leídos Rey, dama y valet; Barra siniestra; La defensa; Vals y su invención; Mashenka; Ada o el ardor, y El tiranicida, todos de don Vlad. Espero acabarlos pronto y dejarlos en el espacio de los ya leídos de, con cariño, don Nabo: Lolita, Risa en la oscuridad, Pnin y Pálido fuego.

jueves, marzo 10, 2011

Esquizofrenia (1)

"Para mí, un programa de escritura creativa debe tener, como mínimo, el desarrollo de los siguientes objetivos:

"El primero tiene que ver con el desarrollo del dominio de las técnicas de la escritura: un manejo de las herramientas básicas que todo escritor debe dominar para poder ejercer bien su oficio. Y me refiero a una clase de ingeniería de la escritura básica, de la redacción y del desarrollo del estilo, donde se manejen conceptos esenciales como desarrollo de trama, personajes, diálogos, marco, formación de clímax, etcétera.

"El segundo tiene que ver con el desarrollo de la sensibilidad estética de cada alumno [...] y se logra con un intercambio de lecturas clásicas, relacionadas con los temas y géneros específicos que cada autor esté manejando individualmente; lecturas tanto literarias como teóricas que busquen enriquecer el intelecto del autor para que éste pueda entablar una conversación profunda y compleja con su propia tradición literaria. Este diálogo se logra al entablar conversaciones con personas que han leído más que uno y con maestros a los que uno admire, no por los puestos que tengan, sino por lo que escriben y porque buscan ayudar al alumno a navegar en esa piscina infinita de libros que hay que leer.

"El tercero tiene que ver con pulir lo que el estudiante ya ha escrito. Consiste en compartir su trabajo con otros escritores y desarrollar una actitud de apertura hacia la crítica de otros colegas, para afinar sus capacidades [...]

"El cuarto es sumamente práctico, pero no por eso menos importante, y tiene que ver con una exposición al manejo de la profesión de la escritura, encuentros con editores, agentes literarios, promoción de textos, etc. ¿Cómo se construye una profesión de escritor? Ese tipo de cosas..."


* Ángel Lozada, en conversación con Eduardo Subirats,
Escritura y esquizofrenia, Aureliano Ortega Esquivel y Juan Pascual Gay (editores), Universidad de Guanajuato/El Colegio de San Luis, 2010.

lunes, marzo 07, 2011

Lo femenino en la literatura potosina (3)

Amparo Dávila es una escritora zacatecana que estuvo avecindada en San Luis Potosí. Se le reconoce más como cuentista, pero el escritor Jesús Olague nos da a conocer que durante su estancia en tierras potosinas Dávila publicó tres poemarios, Salmos bajo la luna (1950), Meditaciones a la orilla del sueño y Perfil de soledades (ambos de 1954). Por sus cuentos y los ambientes que logra recrear a Amparo Dávila se le ha considerado escritora “de literatura fantástica”, aunque más podría ser una escritura tejida sobre otras realidades, sobre una lectura interiorizada de lo que nos rodea.


Escribe Olague: “Para 1954, el año en que aparece Tiempo destrozado, esta indagación ya no puede entenderse como un recorrido por la vía de la iluminación. La idea de la revelación súbita, de que la plenitud del conocimiento puede alcanzarse además de nombrarse, implica la distorsión tradicional de las capacidades y las debilidades del lenguaje; más humilde, pero también más afilada y escéptica, Dávila opta por una vía de oscuridad: por dar un paso atrás en la búsqueda del sentido del mundo para intentar, desde más lejos, desde más abajo, entrever al menos la plenitud de lo que no comprendemos”.

* * * * *

Asunción Izquierdo de Albiñana es autora de Andréïda, el tercer sexo (Botas, México, 1938). La joven que da título a la novela “es un ser sorprendente, desconcertante […] como todo ser que ha roto un equilibrio, una continuidad, es el ser rebelde por excelencia. Desordenador de toda naturaleza humana”. Su pecado: buscar la liberación; su redención: la maternidad.

Cuando la protagonista se entrega a su amado la narradora dice: “sorprendida, Andréïda lo dejó hacer, sabía que era el póstumo homenaje a su virginidad […] Para el hombre, lo inalcanzado tiene un valor magnífico que jamás vuelve a otorgar a lo poseído, por mucha necesidad que sienta en conservarlo”.
En el orgasmo “no es el goce lo que le entreabre los labios en una mueca desesperada y le hace entrechocar los dientes en un temblor nervioso. No es alegría lo que estremece, a intervalos, sus finos miembros… es el dolor infinito, es la maldición hebrea, es la venganza de un Dios imposible”.

La vida con el hijo es el final feliz, inevitable, en el que influyó “la cobardía de la mano femenina que la plasmara en letras. Mano cobarde que, espantada de su audacia, se apresuró en alargarle la rehabilitación, la suprema redención a su heroína, dentro de una forma suave y rosada, destinada a estremecer al mundo con un débil vagido de infante”.

* * * * *
Otra protagonista inolvidable es Gabriela Infante, quien en un tiempo fue más conocida como La Generala, “un ángel glorioso”, una heroína de la guerra cristera que no mataba, “linda como una rosa”. El protagonista de la novela de Jesús Goytortúa y sus lectores la conocen aún más como Pensativa, quien vive con su propia corte de los milagros, ciegos, mancos, todos ex cristeros, en una hacienda “alejada del mundanal ruido”, según la expresión de la época.

Con una excelente historia de suspenso, personajes completos y complejos, en la que pesan por igual los actos heroicos y sanguinarios del gobierno y de las tropas cristeras, Pensativa ganó el premio Lanz Duret de 1944 y fue publicada en 1945. Aún se reedita bajo el sello de Editorial Porrúa. A diferencia de otras novelas de la época la protagonista es fuerte, el amor no es su destino anhelado y tiene un ascendente sobre todos los hombres de la región por su talento guerrero y su inteligencia. Pensativa “es tan reflexiva, tan seria, sin ser adusta […] Es altiva y parece altanera, pero tiene un corazón exquisito”.

La verdad y el pasado se van develando finamente en la trama, con un final que ha sido discutido con energía por sus lectoras, entre ellas mis alumnas, opiniones que como en la vida “real” van de lo que se quiere a lo que debería ser ante el amor y ante la vida.

* * * * *
Tita Valencia es una escritora que sabe transmitir el fuego eternizado en palabras. En “Urgente decir te amo” (1932-1942), publicado por El Colegio de San Luis (2007) nos lleva a los recuerdos de una pareja potosina, a sus cartas y sentimientos. Lupe, la protagonista de dicha historia de amor, fue hija del cerritense Rafael Nieto Compeán, de quien la historia local nos muestra que fue el gobernador que reconoció el derecho al voto de la mujer, pero del que poco se habla como poeta, pues fue autor a su vez de poemas dedicados a la mujer potosina.

La hija de Rafael Nieto, novia y esposa de Mario, un poeta, poeta ella misma, es pues la protagonista de Urgente decir te amo... Tita Valencia nos narra el encuentro y el matrimonio, la muerte, las palabras que surgen entre dos que se quieren. Lupe no es una mujer sumisa, que espera que llegue un príncipe azul. Ella escribió que se había refugiado en la hacienda La Joya de Luna no para descansar, sino para
estudiar mucho, saciar mi hambre y sed de conocimiento. No se me había permitido entrar a la universidad a pesar de mis altas calificaciones en el colegio belga. Prejuicios de aquellos tiempos. Por eso, en revancha, había huido al campo llevando conmigo varios volúmenes sobre ciencias, filosofía, arte… Entre ellos, el Zaratustra de Nietzche, La República de Platón, lo más que pude historia universal [...] Ni entonces ni nunca he flaqueado. Mi pasión por el saber ha sido una especie de guía innata en mí.

En la lectura narración de Tita Valencia hay reconocimiento de la comunión que representa la maternidad, pero no es como en el caso de Asunción Izquierdo una redención. Así, tras de que Lupe le anuncia a Mario que van a tener un hijo, la narradora comenta: “Ellos, los enamorados y el fruto de sus vientres, han quedado enlazados irreversiblemente, ensartados e insertados en el futuro, ese cordón umbilical que tanto se parece a la soga del ahorcado y que es la historia”.

* * * * *

“¡Ah, mi libro, mi libro siempre abierto!/ Persigo la palabra/ y yo me encuentro dentro”, cantaba Juana Meléndez, maestra generosa de varias generaciones, quien dejó una obra importante que debe ser analizada por las nuevas generaciones de literatos, por la ciudad toda, igual que la obra de las mujeres de quienes hemos hablado, igual que la de Dolores Jiménez y Muro, Socorro Perea, Carmen Ayech, Olimpia Badillo o la de Anna Neumann.

Harían falta muchas horas y muchas páginas para hablar de todas. La más reciente publicación de Andrea Saldaña se titula Cuentos de genero-sidad, Gabriela dÁrbel nos habla de sus fantasmas, Laura Elena González nos ha dado una Ciudad sin puertas , Socorro Venegas La noche será negra y blanca, y Jeanne Karen el Canto de una mujer en tierra. Hay voces que arrancan apenas pero que habrá que añadir a la lista de imprescindibles en un año o más, o mañana. Sí, faltan muchas, pero la historia debe construirse con muchas voces. Y nos debemos como sociedad la historia de las artistas plásticas, de las músicas, de las dramaturgas y actrices, de las cantantes.

En la Huasteca, mujeres como Cesiah Gallegos o María Rufina Trejo Jasso hacen su trabajo creador como parte del grupo cultural independiente Donde Nace la Palabra, mediante lecturas, talleres y publicaciones. En Rioverde hay gente deseosa de aprender los vericuetos de la escritura y lo mismo pasa en chos municipios. No es la capital del estado, ni el estado.

En fin, concluyamos, por ahora, con que, como propone Ute Frevert (en cita de Paatz) “sólo cuando se haya llegado a condiciones de igualdad social en todos los niveles, tanto en el trabajo como en la familia, para todos los sectores de la población, la diferencia biológica de los sexos podría resultar productiva, sin que sea factible el mal uso de la misma". Ojalá que los libros no se queden sin abrir, que las calles tengan nombres vivos, que el diálogo entre hombres y mujeres fructifique en un coro de poesía y reconocimiento mutuos, aquí y en donde nos encontremos.

Lo femenino en la literatura potosina (1)
Lo femenino en la literatura potosina (2)

Lo femenino en la literatura potosina (2)

Como en el campo poético, la labor de Joaquín Antonio Peñalosa en la historiografía literaria es invaluable. Gracias a ella tenemos acercamientos a la literatura potosina, o regional, producida en muchas épocas. Destaquemos aquí su libro Letras virreinales de San Luis Potosí, en el que da cuenta de lo femenino y lo trágico en los inicios de las letras de nuestra entidad.


Juan de Gabiria es el autor y Martha de Rentería la musa, apenas a 14 años de la fundación de San Luis Potosí. La pareja vivía en el entonces pueblo de Tlaxcalilla, hoy barrio de Tlaxcala. Cuando supo del primer amante de Martha, Juan de Gabiria desapareció un tiempo. A su regreso, aun cuando ella estaba embarazada “del otro”, la perdonó. En 1606, cuando ella tuvo un segundo amante, la mató a puñaladas. En la causa criminal aparece el poema de diez décimas, que es, según el padre Peñalosa, “el mejor preámbulo y augurio de la poesía y de la historia literaria de San Luis Potosí”.

Tlaxcalilla era un pueblo de indios, donde las costumbres eran más relajadas que en el pueblo de españoles. La “vida licenciosa” de Martha de Rentería era conocida de todos y por ello al poeta sólo se le destierra durante seis meses, aunque nunca se vuelve a saber de él. Se considera un crimen menor, por ser “en defensa de la honra”.

Dice Peñalosa que de las diez décimas “A Martha de Rentaría” al parecer la última fue escrita tras la muerte de la musa esquiva:

Caído me has a las manos,
pagas por donde pecaste,
que si de mi te burlaste,
yo de tus gustos livianos;
que los cielos soberanos,
viendo mi justa querella,
te dan por sentencia en ella
que, como desconocida,
la que me quitó la vida
se quede sin mi y sin ella.


* * * * *

Con los calificativos de “escogida, moral y recreativa”, en sus antologías de poesía y prosa, publicadas respectivamente en 1904 y 1905, Adolfo B. González incluye un total de 29 mujeres potosinas (12 y 17). Son textos poéticos y narrativos dedicados en gran parte a una búsqueda del ser mujer, sea mediante el canto al amor donde la sensualidad se esconde, a la maternidad como realización personal o la devoción o súplica a la divinidad, principalmente a la Virgen. Otra vez la madre como figura literaria, que da, que protege a sus crías.

Del trabajo antologador de Adolfo B. González, cuyas muestras femeninas se pueden consultar gracias a las módicas ediciones publicadas por El Colegio de San Luis, destacaré dos textos. El primero está fechado en 1887, obra de Refugio Marmolejo. Titulado con sencillez, “a mis lectoras”, la autora habla de la diferencia moral que hay entre el simple aseo y el demasiado adorno y se dirige a las mujeres que “tienen la desgracia de carecer” de una madre que con sus consejos las libren de ese defecto.

Recordemos que el texto en mención es propuesto en pleno porfiriato, en un San Luis afrancesado y en expansión, con muchas obras planeadas o en construcción, un lugar donde todos se conocen. Aquella que dedica demasiado tiempo a su “demasiado adorno”, advierte doña Refugio, “no va al templo más que para ver y ser vista”, con el consecuente descuido de “la educación intelectual tan necesaria y de las faenas domésticas”, amén de que el murmullo que levanta a su paso “es muchas veces de burla y de desprecio”.

Quiero también compartir con ustedes un fragmento de “La educación de la mujer”, escrito el 3 de octubre de 1892 por la también poeta Guadalupe Vázquez Castillo y publicado en la antología citada. En su texto, ella pide énfasis en materias como ciencias naturales o antropología, a la vez que enaltece la procreación y asegura que “las operaciones más comunes del cálculo, la economía domestica, el arreglo de piezas de ropa, etc., han de ocupar un sitio preferente en su educación; tanto porque es lo único que a muchos preocupa y lo que sólo buscan en la mujer, como es lo que siempre y a cada paso le está poner en práctica”.

Es decir, aquí sigue vigente la visión de las mujeres como amas de casa y madres de familia, el inevitable círculo vicioso o virtuoso, según se mire. Son las mujeres quienes legitiman el estatus quo, proponiendo una mayor educación a las niñas, “mujeres en miniatura”, preparándolas “para que cumplan más tarde los importantes deberes de que ellas mismas se hallan investidas”.

* * * * *

Concepción Urquiza fue una poeta michoacana que llegó a San Luis Potosí a revitalizar los a veces cansados círculos literarios. Peñalosa y otros críticos la consideran una de las mejores entre los poetas místicos, acaso la más grande después de sor Juana Inés de la Cruz. En su libro Concha Urquiza: la embriaguez de Dios, la investigadora de la UNAM Margarita León da a conocer datos interesantes sobre los años que Urquiza pasó en San Luis, de 1939 a 1994, bajo el amparo de su amiga Rosario Oyárzum, “abogada y destacada mujer de letras”. Aquí, en la universidad, da clases de lógica, literatura e historia de las ideas filosóficas, y es una etapa fructífera en lo poético y en lo personal. Eran muy comentados sus paseos en bicicleta por la alameda, pues ella y Rosario iban en pantalones. Un escándalo para su época. Mientras, Urquiza escribía tranquilamente:

Quiero decir que te amo y no lo digo
aunque bien siento el corazón llagado,
porque para mi mal tengo probado
que soy tibio amador y flaco amigo.

No amarte más es culpa y es castigo,
que de ansias de tu amor me has abrasado,
y con sólo dejarme en mi pecado
extremas tu rigor para conmigo.

Sólo quiero vivir para buscarte,
sólo temo morir antes de hallarte,
sólo siento vivir cuando te llamo;

y, aunque vivo ardiendo en vivo fuego,
como la entera voluntad te niego
no me atrevo a decirte que te amo.

Concha Urquiza dejó San Luis con una obra sólida, que prometía mucho más y que interrumpió su desaparición en el mar de Baja California cuando apenas tenía 35 años...

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Lo femenino en la literatura potosina (1)

Lo femenino en la literatura de San Luis Potosí
Hacia algunas definiciones nada definitivas

San Luis Potosí, SLP, 10 de marzo de 2010

Escribir es ir más allá de la vida real, de un cuerpo que no pedimos y de un tiempo que corre cada vez más de prisa. Eusebio Ruvalcaba propone provocadoramente que los hombres escriben más que las mujeres “porque ellas practican los sueños en la vida diaria”. No siempre. Pero es un punto de vista del que podríamos partir.

Literatura es una palabra, un vocablo, una voz y una forma de descifrar el mundo, de inventar la realidad. Cuando Rocío Salazar me invitó a charlar con ustedes en el marco el Día Internacional de la Mujer una multitud de ideas que apenas he podido tratar de ordenar me vinieron a la mente. Hablar de literatura, de género y de región, los tres o por separado, no es tarea fácil, por lo que aquí se trata apenas de hacer algunos planteamientos y presentar algunos datos que den pie a una labor que tiene que hacerse en colectivo.

El lenguaje divide en géneros para clasificar lo que tiene caracteres y características comunes. En gramática se habla de que hay tres, femenino, masculino y neutro, aunque en español no hay sustantivos neutros y recientemente se ha caído en la ultracorrección de hablar “a ellos” y “a ellas” como si con eso pudiéramos ocultar traumas añejos virados a hábitos de la realidad de desigualdad, el machismo de ellos y la supuesta abnegación de ellas. Poetisa es una palabra que quiso ser laudatoria en su tiempo, pero una colega me advirtió no hace mucho que si le llamaba poetisa me daría una ídem. Es un problema de palabras, pero no lo es. No bastan los discursos sino lo que se habla desde la infancia.

Lo más sencillo hubiera sido hablar de la mujer como musa inspiradora. Más, lo más sencillo hubiera sido que invitaran a una escritora, que hay muchas y casi todas mejores que yo. La cuestión es cómo vemos al otro, a la otra, como poder hacer una visión que nos integre y nos haga iguales. Yo es otro, escribió un poeta. Yo es otra, soy tú, lo femenino que de ti recibo y me completa. Tolerancia es un término muy lejano, no implica ponerse en los zapatos o zapatillas del otro. Mejor usemos aceptación. Mejor, comprensión.

Volviendo a Ruvalcaba, ¿qué, el hombre no sueña? Tal vez no todo el tiempo pero debería. Debería preocuparse por ser inspiración, “muso” para la mujer. Regularmente muchos de mis congéneres no aceptan su lado femenino, ese que se supone deben transmitir mamá y papá desde que el niño está en la cuna. El problema viene de que la madre ha sido educada para buscar la autorrealización en los hijos, y el padre no se autorrealiza porque por lo regular está ausente. Creemos que todo es blanco o negro, hombre o mujer, activo o pasivo. Hasta las palabras hembra y macho, que deberían hablarnos sólo de rasgos biológicos, se convierten en insultos. La falta de contacto con uno mismo, la no realización como individuos es lo que nos falla. La mexicanidad es una codependencia, dice el escritor Heriberto Yepez.

Estamos acostumbrados a discriminar, a poner apodos, a pensar que el otro es inferior por su color de piel o por su religión, por su peso o por su sexo, por su falta de educación, el lugar donde vive o porque tiene muchos grados académicos. Hasta por el color de su cabello y, una vez más en el caso de las mujeres, por el tamaño de sus senos. Entre broma y broma los prejuicios se asoman.

En el análisis del discurso se ha dado peso recientemente a la llamada ginocrítica, y aquí retomo a la investigadora Annette Paatz, como la disciplina que estudia los textos individuales basada “en los esbozos de sujeto femenino y sentido histórico constituidos por la escritura”, donde las autoras hacen sus propuestas a partir de la conciencia de su rol y su exclusión del discurso del poder, de lo que surgen nuevas posibilidades creativas

¿Y la literatura regional? Escribir desde San Luis Potosí, desde la provincia, en un sitio y un tiempo específicos no nos hace escritores “locales”. En tiempos de que pone en duda “lo mexicano” como identidad, hacia dentro y hacia fuera, ¿“lo potosino” existe como una característica literaria? Ser mujer no hace que lo que produzcan deba ser considerado literatura femenina, como las letras de hombres no son machistas per se. Casos claros de ello son Sor Juana o Mary Shelley, autora de Frankenstein o el moderno Prometeo, a quienes lo último que deberíamos hacer es acusarlas de hacer literatura femenina.

Pensar que lo que se hace en la ciudad de México es lo único que cuenta es otra trampa cultural que nos hace desear pero no actuar, escondernos en algunos de nuestros tantos prejuicios, con los que muchos quieren hacer más grande la diferencia entre lo que se escribe en la capital y lo que se escribe “en el interior del estado”, o entre la literatura culta y la popular, entre la obra de los consagrados y la de los jóvenes que apenas empiezan.

El investigador Humberto Félix Berumen propone que para estudiar la literatura regional debemos “comprender la noción de literatura que priva en ciertos momentos”, “considerar la infraestructura cultural y educativa existente en cada momento”, como las editoriales e imprentas, talleres literarios, premios y becas, posibilidades de intercambios de textos y autores, cercanías y lejanías, así como las condiciones de difusión y recepción de las obras literarias, y el papel de la crítica (¿la habrá en San Luis, por cierto?) y las articulaciones que se puedan detectar en tiempos y espacios.

Para fines de estudio valen esas clasificaciones, no para la vida.

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No se trata de hacer teorías de género a partir de la revisión de algunas autoras, o de definir las lecturas que aquí se presentan como literatura femenina. Se proponen aquí nombres e ideas para escribir más, de algún hombre que intenta descifrar lo femenino, de mujeres que opinan, para escribir de nuevo, para ver que hay un pasado y un presente donde la mujer se apodera de las letras, desde la provincia tan lejana a la ciudad de México, desde lo indígena y lo mestizo, desde Latinoamérica hacia el mundo. Se trata de literatura más allá del género, donde hay ideas y sentimientos, puntos de vista que conviene retomar para no perdernos en los tiempos de la demasiada información, casi toda digerida y a un click de distancia.

Tengo el honor de estar frente a grupo en la recién refundada escuela de letras de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. En la hoy licenciatura en lengua y literaturas hispanoamericanas hay ya tres grupos estudiantiles compuestos mayoritariamente por mujeres. Este semestre me ha tocado compartir con ellas la materia de Literatura Regional, en la que fiel a mis usos y costumbres trato de propiciar un diálogo en el que haya más dudas que certezas para que los estudiantes busquen sus respuestas. ¿Qué es la literatura regional? ¿Sólo los nacidos en la región o quienes vienen de fuera? ¿Durante cuánto tiempo deberían estar en la región para poder apropiárnoslos para nuestra historia? ¿Y si nacen aquí, se van y hacen su obra fuera, también podemos hacerlos nuestros? ¿Desde dónde se escribe y para quién?

Los invito a compartir este recuento apresurado e incompleto de obras literarias en esta región, que no de literatura femenina ni local. Se trata de literatura a secas, de una historia común...

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Bertolt Brecht - Con el alma en un hilo

La causa de la justicia no avanza hacia buen fin.
La oscuridad aumenta. Las fuerzas disminuyen.
Ahora, después de tantos años de lucha,
estamos peor que cuando comenzamos.

En cambio, el enemigo es más fuerte que nunca;
ostenta su poder con mayor fuerza
y mira a todos lados con ojos invencibles.

Sin embargo debemos reconocerlo:
Fueron nuestros errores los que lo hicieron fuerte.

Cada vez somos menos;
las consignas son confusas.
Nos robaron las palabras y las han retorcido
hasta volverlas irreconocibles.

viernes, marzo 04, 2011

A escribir, él prefirió construir lugares comunes con su musa

Y mandaron a paseo a Morfeo. Una odisea con Nadie, un viaje circular sin transformación del héroe... ¿Cuál? No hay historia, sólo descripción mutua y colores en los matraces, olores en el otro odre que adivinábase apenas con la luz apagada.
Y a quien tocaba la puerta y no se dejaba ver le pidieron: vuelva más tarde con libreta limpia.

No eres tú, ni soy yo...

"La persona de carne y hueso, aquí y ahora, que es cada uno de nosotros, puede desempeñar el papel de sujeto de muchas, muchísimas actividades, entre ellas las discursivas, algunas de las cuales "permiten" un simulacro de su presencia mediante el pronombre yo, que, como sabemos desde Benveniste, tiene su razón de ser en la subjetividad permitida por la lengua en el discurso común en relación al tú, que es el receptor inmediato y potencial emisor de la réplica enunciativa. Dentro del discurso literario o, mejor, de la praxis productiva del mismo, este intercambio yo/tú no es posible: al ser un discurso escrito produce un distanciamiento con el marco enunciativo que instaura y funda el funcionamiento pertinente y significativo de los deícticos o embragues: yo (el que usa la palabra), (el receptor presente y posible replicante de la misma, es decir, un virtual yo), aquí (lugar circundante al que habla), ahora (el momento en que se emite el enunciado en el discurso común), entre otros. Todos sabemos que en el discurso literario (escrito o no) el "yo" (simulacro de la persona que habla) desaparece realmente..."

El discurso-testimonio y otros ensayos
Renato Prada Oropeza
UNAM, 2001.

Frases de Mario González Suárez

"El joven escritor es un invento del poder".

"La obra del escritor debe ser mesiánica aunque deteste a la humanidad, pasional para ser verdadera, alquímica para ver a Dios o al vacío, eterna".

"Siempre me impresionó la idea de ser juzgado por una falta ortográfica o de redacción".

"La pasión hace al hombre olvidar que es hombre, le hace olvidar que es mortal, le hace pensar que puede saltar más allá".

Leídas en y fusiladas de El minotauro y la sirena. Entrevistas-ensayos con nuevos narradores mexicanos, de Mauricio Carrera y Betina Keizman, Lectorum, 2001.
Aún hay más.

miércoles, marzo 02, 2011

60 mil y contando...

Según la chimostreta que está aquí al lado (el contador warp), ya pasamos las 60 mil visitas, cifra que según prejuiciábamos (en unas 3 mil visitas al mes) alcanzaríamos el 9 de marzo. Los narradores de este blog, esos yo, se declaran incompetentes, pero en lo que deciden cuál de todas las personalidades de ese que está (je) allá afuera va a prevalecer (y en dónde) aquí seguirán, implícitos, omnubilados que no omniscientes, pre-liminares y como testigos bastante empíricos. Allá él que de tanto se pierde.