martes, septiembre 07, 2010

calendario

Ya son muchos años aquí, encerrado. Aunque no sirva de nada, ni cambie mi celda, me gustaría tener un calendario para arrancar las hojas, día a día, aunque no amanezca. Unas con ternura, otras con rabia. Con timidez, como si levantara un velo, o morbo si de una falda se tratara. Tendría hoy una alfombra crujiente de recuerdos viejos en los que haría angelitos a falta de tu cuerpo.

2 comentarios:

  1. ¿Por qué esta estúpida necesidad del ser humano de contar el tiempo? ¿Alguien ha podido demostrar que existe?
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  2. No se ha podido demostrar siquiera que existimos, supongo que de ahí la necesidad a aferarnos a Dios, al tiempo, al amor, al alma. Puras improbabilidades.

    Abrazos.

    ResponderBorrar