lunes, agosto 25, 2008

Feliz día de tu santo, mi rey


Pus buen día, mi Güicho. No estamos para mañanitas, ¿verdad? Aunque sea aquella de vecino de diez estados que se vuelven nueve como los perritos, que por algo el estado que también se llama como tú en tu honor tiene forma de perro lanudo. Esta ciudad que lleva tu nombre está a punto de ser anegada tras poco más de cuatrocientos años de soledad. Se construyó en una zona donde varios ríos le podían dar servicio a los españoles que buscaban oro y lo encontraron en un lugar que llamaron San Pedro, que desde entonces poco les importa a los poderosos, de los cuales muchos en la actualidad han preferido correr.

Ya tumbaron el cerro donde te parabas en el escudo. Has de estar encabritado, ¿no?
Oye, ¿no serás tú el que ha mandado tanta agua?

San Pedro fue negado y a tí te dejaron el patronazgo del Real de Minas del Potosí, que se fundó el 3 de noviembre de 1592. Los pueblos de indios se convirtieron en barrios y los ríos en avenidas pavimentadas. La Corriente fue llamada calle de La Reforma, y los charcos de Santana fueron la colonia Alamitos. El río Santiago fue transformado por aquel gobernador "profesor y licenciado" en circuito interior. Cuando llueva, dijo, será río, cuando no pues no.

Quieren que tu ciudad sea nombrada "patrimonio cultural de la humanidad" pero nunca le metieron planeación, pa que es más que la verdá. Las calles pensadas para que pasen carretas siguen igual de estrechas y siendo de adoquín para que se vean "antiguas" y "harto turísticas" (y los amortiguadores que se frieguen literalmente), si se habla de problemas de seguridad el gobierno se lava las manos porque son "de fuera" y no hay un drenaje decente ni en colonias nuevas. Ya habrás visto qué bonitas fuentes de aguas negras se hacen en las coladeras en cuanto empieza a llover...

Parafraseando al gober, lloverá lo que tenga que llover.

Todo se está saliendo de madre. Apenas hace un rato alcancé, bien mojado, a llegar a un lugar de sano esparcimiento para brindar por nuestro santo patrono, pa que veas que 25 de agosto no se olvida. La visita a los siete altares se ha convertido en visita a los siete bares.

El agua oxida, ya lo dice la Biblia, ¿no? Y ni con qué construir un arca.

¡Ah que mi rey! ¡Salucita!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario