martes, agosto 14, 2007

Oda a la hija ideal: Maggie Simpson


¿A quién no le gustaría como hija? Desde que me hice fan de Los Simpson la he querido como si fuera mía (me siento orgulloso cada vez que da muestra de su talento), y en cada capítulo se da a notar a pesar de las constantes gamberradas de Bart o la falsa modestia de Lisa. Tiene ritmo, inteligencia, y está siempre con un ojo al gato y otro al garabato.

No habla pero cómo ríe. Aún se cae al tratar de caminar pero anda por toda la ciudad y sabe adaptarse a los tiempos y necesidades, no como Lisa (incluso ha tenido que fingir menos inteligencia para no robarle espacio). Su lenguaje es casi en clave morse, con sus miradas y el ritmo de las succiones al chupón que pocas veces suelta desde que nació, y cuando en un capítulo se lo quitan en una guardería arma un plan digno de Misión Imposible (o de Doce del patíbulo, la música de fondo) para recuperar los chupetes o chupones de todos los bebés enclaustrados. Si no hay chupete pues agarra lo que está a la mano: un juguete, un dado, un crayón. Como se comunica con ruidos bucales no quiere quedarse incomunicada (aunque es tan generosa que hasta le ofrece el chupón a quien esté triste, a un oso o al pony de Lisa).

Se cambia solita de pañal, sabe hacer palabras con cubos, usar el control remoto de la televisión, parece que sabe manejar y gana concursos de simpatía.

Casi todos los días de lunes a viernes me siento con Luz a ver Los Simpson en televisión abierta, a pesar de haberlos visto mil veces, y corrimos a ver la película en cuanto se estrenó en las maltrechas salas potosinas. No nos decepcionó, al contrario, nos encantó aunque a otros fanáticos les parece que "se pasaron" (exageraron) en algunas vetas humorísticas.

En la película Maggie salva una vez más a Homero aventándole una piedra al jefe de la EPA, y pronuncia su segunda memorable palabra: "secuela" (la primera fue "papá", aunque con voz de alienígena u otros son varias las frases que parecen salir de ella). Ya había salvado a su padre disparándole al gordo Tony, el jefe de la mafia local de Springfield, o sacándolo del mar cuando él casi se ahogaba, y había salvado a sus hermanos de la niñera ladrona y del jardinero Willy transmutado en Freddy Krueger.

El aparente forcejeo con el Sr. Burns ¿no habrá sido un disparo intencional como lo hizo con el gordo Tony? Al mafioso le disparó con un rifle que escondió bajo el colchón de su cuna, y fingió estar dormida. Sería el único personaje que enfrenta al millonario odioso sabiendo que no sería culpada.

Cuando tienen su propio show musical los Simpson tienen que ocupar el lugar de Lisa con una falsa hija, ya que ella se niega por sus prejuicios. Maggie en cambio baila cada vez que puede. En el capítulo donde Homero escala una montaña se equivoca de cassete y trata de poner romántica a su esposa con las canciones de cuna de la bebé, mientras ella está gozando el baile. Se mueve al ritmo de la música hippie y aunque se tropieza sigue los pasos de cualquier canción que le pongan.

Es de las personas que están allí cuando se les necesita, y alegran la vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario